Policarpa Salavarrieta 

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"la heroína que con su muerte impulso a la insurrección"

Policarpa Salavarrieta (Guaduas, 26 de enero de 1795 - Santafé, 14 de noviembre de1817) fue una heroína de la independencia de Colombia, también conocida como La Pola, actuó como espía de las fuerzas independentistas y murió fusilada en Santa Fe durante la Reconquista Española.

La Pola como se le conoce popularmente nació en San Miguel de Guaduas, el 26 de enero de 1795; Fue la quinta hija del hogar conformado por Joaquín Salavarrieta y Mariana Ríos, quienes tuvieron nueve hijos.

Su padre oriundo del Socorro había participado en la revolución de los Comuneros de 1781 y participado en la campaña dirigida por José Antonio Galán por la hoya del río Magdalena, cuando conoció la población de Guaduas; cuando se enteró el 16 de junio, que se había firmado la paz y que cada uno debía volver a su casa, don Joaquín retornó al Socorro. Pronto se inició una persecución sin cuartel a los participantes en la rebelión y huyó con su familia a Guaduas donde se estableció.

Gracias a la agricultura y el comercio, especialmente el transporte de mercancías y viajeros hasta Honda y Santa Fe de Bogotá, lo que le permitió contar con una mediana fortuna. En 1798 trasladan su residencia a la ciudad de Santa Fe de Bogotá al barrio Santa Bárbara. En 1802, víctimas de la epidemia de viruela negra que sufría la ciudad, murieron su padre, su madre y dos de sus hermanos.

Ante esta situación y con la obligación de dejar su casa que se encontraba contaminada, sus hermanos José María y Manuel ingresan a la comunidad agustina; Ramón y Francisco se emplean como peones en una finca ubicada en Tena; la Pola y su hermano Bibiano, que eran los menores son llevados en 1804, por su hermana mayor Catarina nuevamente a Guaduas a la casa de Margarita Beltrán, hermana de Manuela Beltrán y madrina de Catarina. Al cabo de un tiempo, la mayor de los Salavarrieta contrajo matrimonio con Domingo García y sus dos hermanos fueron a vivir con ella.

Para entonces La Pola tenía nueve años y Margarita Beltrán procuró su ingreso a la escuela del Convento de La Soledad. Allí aprendió a leer y escribir, estudió la doctrina y la historia española y aprendió a tocar la guitarra y a cantar. En la modesta casa de su hermana de vez en cuando se alojaban viajeros en su tránsito a Honda o Santa Fe de Bogotá, razón por la cual vivían enterados de los sucesos de España y el Virreinato.

En su adolescencia Policarpa Salavarrieta se dedicó a la modistería y gracias a su trabajo se enteró e involucró en actividades tendientes a lograr la independencia. En este período conoce a los hermanos Leandro y Alejo Sabaraín, hijos de Joaquín Sabaraín, residente en Mariquita, donde ejercía el cargo de factor de las Reales Minas.

Actividad política

Con anterioridad a 1810, parece que Policarpa no estuvo envuelta en actividades políticas. No obstante en 1817, cuando se trasladó a Santa fe, actual Bogotá, ya estaba participando en algunas, lo que muestra que la Pola había iniciado desde Guaduas sus labores patriotas. Cuando La Pola y su hermano Bibianito llegaron a la capital, portaban salvoconductos falsos y llevaban una carta escrita por Ambrosio Almeyda y José Rodríguez, líderes de los ejércitos patriotas. Se alojaron en la casa de Andrea Ricaurte y Lozano, por recomendación de los líderes. Desde allí, Policarpa continuó con sus actividades de espionaje y sus tareas peligrosas, como fueron coser a las señoras de los realistas para escuchar noticias, averiguar el número y movimientos de las tropas enemigas, su armamento y órdenes, y recoger informaciones que fueron útiles para las emboscadas que los ejércitos organizaban.
Sus actividades estuvieron especialmente vinculadas con el ejército patriota de los Llanos; recibía y mandaba mensajes, compraba material de guerra, convencía individualmente a jóvenes y les ayudaba a adherirse a los grupos patriotas. Experta en espionaje, Policarpa se volvió rápidamente indispensable para la causa patriota. Ella trabajaba siempre al lado de algún compatriota como su hermano Bibiano, pero su compañero de trabajo más importante fue Aléjo Sabaraín. Sabaraín ya había luchado junto a Nariño en el sur, y había sido capturado en 1816; al año siguiente lo cubrió el indulto, y libre, se dedicó al espionaje. Las actividades de Policarpa tal vez no hubieran resultado sospechosas para los realistas, de no ser por la huida de los hermanos Almeyda, quienes fueron capturados con documentos que comprometían a la Pola.

La Casa De Policarpa Salavarrieta


Un poco de su historia

El arresto de Alejo Sabaraín fue el elemento definitivo para la captura de la Pola, pues Sabaraín tenía una lista de nombres de realistas y de patriotas que la Pola le había entregado. Hasta ese momento, Policarpa se había podido mover hábilmente por la ciudad, porque estaba recién llegada y muy poca gente la conocía; además, su juventud e inteligencia le habían permitido desenvolverse con gran capacidad. El sargento Iglesias, el principal agente español en la ciudad, fue comisionado para encontrarla y arrestarla. Policarpa fue detenida en la casa de Andrea Ricaurte de Lozano, y reducida a un calabozo en el Colegio del Rosario. El Consejo de Guerra la condenó a muerte, el 10 de noviembre de 1817, junto con Sabaraín y otros patriotas más. La hora y fecha determinada para el fusilamiento fueron las nueve de la mañana del 14 de noviembre de 1817. La Pola marchó con dos sacerdotes a los lados. Se resistió un momento a marchar, para poder expresar sus pensamientos a los ministros que la acompañaban. Prosiguió con paso firme hasta el suplicio, y en vez de repetir lo que decían los religiosos, no hacía sino maldecir a los españoles. A1 subirla al banquillo, se le ordenó ponerse de espaldas porque así deberían morir los traidores; ella solicitó permiso para ponerse de rodillas, por considerar que ésta era una posición más digna de una mujer; mostrando gran parte de su espalda, murió. Su cuerpo no fue expuesto en las calles de Bogotá como los de sus compañeros fusilados con ella, por ser un cuerpo femenino. Sus hermanos sacerdotes lo reclamaron y lo guardaron en la iglesia de San Agustín. La ejecución de Policarpa Salavarrieta, mujer joven, por un crimen político, movió a la población y creó una gran resistencia al régimen del terror impuesto por Juan Sámano. Si bien muchas mujeres fueron igualmente asesinadas durante la ocupación española, el caso de la Pola cautivó la imaginación popular. Su muerte inspiró a poetas, escritores y dramaturgos para inmortalizar su historia, siempre resaltando su valentía y coraje.

¿Quién recuerda a Policarpa Salavarrieta?

En la céntrica zona de Las Aguas en Bogotá, Colombia, La Pola, muda, inmóvil, con sus manos atadas, ve caminar a diario un indeterminado número de estudiantes y personas que con indeferencia pasan frente al monumento. Pocos se detienen para leer la frase que pronuncio la heroína antes de ser fusilada por el ejército español:

"Pueblo indolente, cuan diversa sería vuestra suerte si conocieseis el precio de la libertad. Ved que aunque mujer y joven me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más".